miércoles, 12 de noviembre de 2014

Estoy muerto, no estoy de parranda

Cuando hablo de muertes no hablo únicamente de los productos inanimados, sino también de personajes, actores, bandas; todo tipo de "marca" que ha sufrido la trágica desaparición o extinción de nuestro planeta mental, también conocido como el cerebro.

No hay opción a la resucitación como pasó con Jesús. En el mundo de las marcas no puedes decir, ni siquiera pensar, en que tu marca volverá a ser lo que era antes de morir; así que si piensas que una marca puede resucitar es probable que sí pueda, pero no esperemos que esta sea lo que fue en su mejor época, por eso preferible es botarla y hacer algo mejor de lo que tenías.

 Marcas como Blockbuster o los Jonas Brothers, que decidieron nacer en nuestras mentes pero por circunstancias extrañas para algunos pasaron al más allá, fueron marcas que en su momento dieron muchísimo que hablar. Por lo diferente que era poder alquilar películas y llevarlas a casa o por lo mucho que pegaron, aun cuando puede no hayan sido The Beatles, tenían algo que a muchas chicas agradaba. Eso es parte del marketing, descubrir ese elemento que nos diferencie o donde encajemos perfecto y explotarlo al máximo, pero como me dijo un profesor que admiro mucho, tener éxito no te asegura ser eterno, es por eso que nuestro trabajo es ese: reinventar diariamente para no aburrir y a largo plazo, no desaparecer. "Sólo las empresas que sueñan sobresalen"

Existen otros casos como el de La Moradita de Inca Kola, que decidió nacer únicamente para suicidarse, por así decirlo. No creo que haya sido su decisión, pero como muchos ya hemos leído y especulado, este es un producto que nació muerto, nació por alguna razón que hasta ahora muchos no entendemos.

Hace un par de ciclos hice un trabajo de Psicología junto a mi grupo. Nos basamos en el libro "El Cerebro Publicitario" de Carlos Dulanto, profesor del IPP(y me enorgullece decirlo). En este trabajo vimos los pasos que debía seguir una marca para que ésta fuera asesinada por nosotros.

Al ser seres humanos tenemos comportamientos que no solo empleamos en otras personas sino también en objetos y a la larga, en marcas. Una de éstas es la ingratitud. Sí! Eres ingrato, y yo también. Al no recibir lo que queremos podemos destruir a lo que antes nos trató tan bien y esto pasa muy a menudo con todo lo que nos rodea.

Foto de @CAdelaflor

Seamos o no seamos tratados como princesas y príncipes por una marca, ésta será destruida sin piedad por nosotros de no cumplir con las expectativas del momento y podrá llegar hasta al punto en el que simplemente la odiemos porque no está siendo como nosotros queremos que sea.

Y exactamente como predijo Dulanto, ahora está pasando con La Moradita. A pesar de haber hecho los "estudios necesarios", tener datos hasta para regalar, esto no fue suficiente.

Ayer leí un tweet de @Cristinaq que cayó como anillo al dedo a este post que he estado preparando: "Las empresas tienen más información que insights, más data que inteligencia", pero muchos de nosotros nos golpeamos la cabeza pensando "¿Por qué a la Inca? ¡¿Por qué a mi marca se le ocurrió lanzar esto?!" y el tweet de Cristina responde esa pregunta.

Apuesto que Inca Kola dio por sentado que el lanzamiento del nuevo producto sería todo un boom en redes... y no se equivocó; pero sí se equivocó en la razón del boom.

Una chica en Twitter

"Si el consumidor se ve estafado, él expulsa al agente negativo" dice Carlos Dulanto en el libro y como vemos, sigue prediciendo lo que en este preciso instante está pasando con la morada que a nadie agrada (posible slogan de producto)

Y como es de esperarse, ¿De qué forma expulsamos y le hacemos bullying a una marca? A través de las redes, y ni nuestra marca bandera se salva de ésta.



Para hacerlo más interesante, Carlos decidió hacer el capítulo en el que me baso un poco tenebroso, y así creó "La Lista de la Muerte". Aquí veremos las profecías autocumplidoras, dentro ellas nos comenta que solo sobrevivirá una marca sin rumores o pensamientos negativos que vengan del consumidor. ¡Otro punto negativo para La Moradita!

Aunque suene duro decir esto de la marca de sabor nacional hay que decirlo: dejó de pensar en su gente.


"Sobrevivirán solamente las marcas que buscan el bien del consumidor y que saben lo que buscan y piensan"



Este post no buscó ser un análisis estadístico del posible fracaso de La Moradita ni mucho menos sustentado en estudios o investigaciones, buscó reflexionar sobre lo que es una muerte en el mundo de las marcas y La Moradita se me puso en bandeja de plata.



@Cerebroski



"La Noche 3: Reclamos de la muerte" se encuentra en el libro Cerebro Publicitario de Carlos Dulanto. Da clic aquí para ver la presentación.

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